antartida

Antartida

Coordenadas: -64.25684462072576, -62.34804122567446

Expedición en Velero a la Antártida (fuera de ruta)

Este reportaje no lo hemos realizado en este viaje en Autocaravana, es una expedición que Jesús realizó con anterioridad y que merece la pena incluirlo aquí para que lo disfrutéis.

Una expedición trepidante por la Antártida en un velero de 18 metros, el Sta. María Australis.

Para esta aventura el capitán, de nacionalidad alemana,  tuvo a su cargo a ocho marineros entre los que nos encontrábamos tres españoles, tres estadounidenses, un noruego y dos alemanes.

Partimos de Puerto Wilians, el puerto más austral de América, donde estuvimos unos días preparándonos para el embarque y visitando la zona. Tiene una belleza salvaje. Como parte de la Tierra del Fuego y es una zona ideal para hacer excursiones y descubrir el entorno. Si eres un amante del trekking, puedes recorrer, por ejemplo, los Dientes de Navarino, una caminata de entre 5 y 7 días que se considera la más austral del mundo.

Salimos de Puerto Williams con la emoción de navegar hacia lo desconocido. Desde el primer momento nos pusimos a trabajar. Desde que zarpamos hasta llegar a Isla Decepción, hay aproximadamente 4 días de navegación ininterrumpida, más 1 día más hasta pisar la Península Antártica. La navegación ininterrumpida significa que todos tenemos que estar al timón en algún momento. Nos organizamos en tres grupos, que hacíamos turnos de 3 horas al timón.

MapaAntartida 1920w

El Paso Drake, también llamado Mar de Drake, es la región marítima que separa a la Antártica de la zona más austral de Sudamérica siendo la zona de choque de las corrientes del Atlántico con el Pacífico por lo que las olas oscilan entre los 6 y los 10 metros de altura. Está considerada como la zona marítima más complicada y peligrosa del mundo con una longitud de 800 km.

Nuestra navegación por esta zona fue tranquila, sin grandes vientos y con un clima muy favorable.

Tras cuatro días de navegación llegamos a Isla Decepción (una de las Islas Shetland del Sur). Atracamos en la protección de Bahía Teléfono con la satisfacción de haber vivido una aventura única cruzando el Drake. Isla Decepción es un lugar muy especial. Es uno de los tres volcanes de la Antártida (junto al monte Erebus y la isla Buckle) donde se han observado erupciones.

El nombre en español es una mala traducción de la palabra inglesa deception, cuyo significado es ‘engaño’ y no ‘decepción’. Se llamó Deception Island por su engañosa apariencia de isla normal, tras descubrir que en verdad se trata de un anillo de tierra en torno a una caldera inundada.

Siendo la cima de un cráter volcánico, su forma es aproximadamente circular, con un diámetro medio de 15 km, con 18 km de norte a sur y 16 km de este a oeste. Su altitud máxima es de 539 metros en el monte Pond (o Campbell). En isla Decepción se encuentra la base española Gabriel de Castilla, que por desgracia no pudimos visitar ya que por el mal tiempo no pudimos atracar en la zona donde está ubicada.

Tras estar al abrigo de isla Decepción, navegamos un día más hasta llegar al continente. La Antártida tiene 14 millones de kilómetros cuadrados y alrededor del 98% está cubierto de hielo, que se calcula que tiene un promedio de 1,9km de espesor. El hielo se extiende a todos los puertos del continente, excepto a los más septentrionales de la Península Antártica.

Es el continente más frío, más seco y más ventoso del planeta. La temperatura media en el tercer trimestre del año (el más frío) es de -63ºC, aunque se han llegado a marcar temperaturas de -89ºC. ¿Pensaréis que pasamos muchísimo frío en nuestro viaje, no? No es así, ya que visitamos la Península Antártica en el verano austral. Aunque estuvimos bajo cero, tuvimos temperaturas parecidas a un invierno en las zonas de montaña de España.

Nuestro viaje continuó por la Península Antártica y las distintas islas que la rodean. La península es la porción más septentrional del continente antártico. Está rodeada por el mar de Bellingshausen al oeste y por el mar de Weddell al este.

La navegación fue compleja pero apasionante, porque vientos de noroeste empujaban el hielo hacia la península y el canal de Lemaire estaba completamente lleno de hielo. Fue una experiencia que nos permitió vivir la navegación y el entorno a otro ritmo, gozando muchísimo del paisaje helado, de los icebergs y de la fotografía.

Disfrutamos de aguas mucho más tranquilas desde que llegamos a la Península Antártica, y eso hizo que nos deleitarnos todavía más con la navegación, los paisajes y la fotografía. Además, tuvimos la oportunidad de visitar algunas bases científicas, como la antigua base británica Port Lockroy, la base chilena González Videla o la base ucraniana Vernadsky.

Los icebergs nos permitieron hacer fantásticas fotografías. Pudimos aprovechar cada rayo de luz, porque estando en la Antártida en verano… ¡nunca se hace de noche! Pudimos vivir la experiencia de disfrutar del llamado sol de medianoche. Es un fenómeno natural observable tanto en el círculo polar ártico como al sur del círculo polar antártico consistente en que, en las fechas próximas al solsticio de verano, el sol es visible las 24 horas del día. Es espectacular ver como el sol parece que se vaya a desaparecer por el horizonte, ¡para luego volver a subir!

Obviamente, no solo fotografiamos paisajes en la Antártida. Como fotógrafo de naturaleza, no podía perder la oportunidad de fotografiar la fauna tan especial del continente helado, ya que además era uno de nuestros principales objetivos. Por supuesto, tuvimos la suerte de capturar imágenes de pingüinos. Vimos pingüinos Adelia, Barbijo y pingüinos Papúa. Como curiosidad, los papúa son los pingüinos más rápidos bajo el agua. Sus ‘vuelos’ consisten en combinar los desplazamientos tanto dentro como fuera del agua, saltando velozmente. De esta manera logran ahorrar energía y despistar a sus depredadores. Es una delicia poder capturar estos momentos con la cámara. Pudimos acceder a zonas de colonias de pingüinos con nidos, pollitos y huevos. Fue una gozada fotografiar a los padres dando de comer a sus pollitos.

Por cierto, en la Antártida hay más aves que los pingüinos y también son muy interesantes. Tuvimos la oportunidad de observar y fotografiar gaviotines antárticos, palomas antárticas y cormoranes antárticos, por ejemplo.

Además de aves, observamos distintas especies de focas: focas de Weddell, focas cangrejeras y la feroz foca leopardo.

Disfrutamos durante 21 días de navegación de todo lo que nos regaló la Península Antártica. Visitamos bases de distintos países, hicimos excursiones con raquetas, dormimos fondeados en bahías de ensueño, celebramos el Año Nuevo, hicimos miles de fotografías, nos tomamos un whisky con hielo antártico (seguramente de cientos de años).

Finalmente, volvimos a la Tierra del Fuego, navegando de nuevo por el paso del Drake, con la gran suerte de poder desembarcar en Isla de Hornos, en el Cabo de Hornos para a continuación navegar por el canal de Beagle hasta llegar a Puerto Williams. Desembarcamos con la sensación de haber vivido experiencias inolvidables y con muchos aprendizajes bajo el brazo.

Enlaces externos:

https://www.ecured.cu/Pen%C3%ADnsula_Ant%C3%A1rtica

https://www.lonelyplanet.es/antartida/antartida/itinerario/peninsula-antartica